Australia es una sociedad de múltiples culturas. Hasta la II Guerra Mundial, los australianos eran fundamentalmente descendientes de británicos e irlandeses. Después llegaron enormes contingentes de inmigrantes procedentes de Grecia, Italia, Yugoslavia, Líbano y Turquía, a los que hay que añadir otros flujos de inmigrantes más recientes procedentes de Asia. También existen cerca de 230.000 aborígenes e isleños del estrecho de Torres. Muchos australianos hablan italiano, griego, libanés, vietnamita o turco como primera lengua. Los australianos anglosajones emplean una mezcolanza de jergas indígenas y palabras abreviadas que torna incomprensible su lenguaje.
Australia posee una relevante herencia artística y un panorama de arte contemporáneo fascinante. Las pinturas y tallas realizadas por los aborígenes en las rocas tienen una antigüedad de al menos 30.000 años. Los colonizadores europeos comenzaron a elaborar formas propias del arte australiano hacia finales del siglo XIX. Diversos artistas de mediados del siglo XX alcanzaron renombre mundial (Sydney Nolan, Arthur Boyd, Patrick White); sus seguidores modernos han destacado en pintura (Brett Whiteley, Fred Williams), literatura (Peter Carey, Thomas Keneally), ópera (Joan Sutherland), cine (Peter Weir, Bruce Beresford, George Miller, Gillian Armstrong), comedia (Barry Humphries), danza (Graeme Murphy, Paul Mercurio), música popular (Nick Cave, INXS, AC/DC, Jet, Midnight Oil, Silverchair, Kylie Minogue) y entre los actores (Nicole Kidman, Russell Crowe, Mel Gibson). El arte aborigen contemporáneo ha resurgido a lo largo de la última década; sus representantes han explorado la manera de conservar sus valores tradicionales y compartirlos con una comunidad más amplia.
El deporte es la religión de Australia, campeona mundial de cricket, de la liga de rugby, de la unión de rugby, de natación y de ciclismo. Otros deportes que despiertan gran interés son el baloncesto, la vela, el fútbol y el fútbol australiano o Aussie Rules, un deporte característico de Australia similar al fútbol gaélico. Los Juegos Olímpicos de 2000, celebrados en Sydney, fueron considerados por el entonces presidente del COI, Juan Antonio Samaranch, los mejores hasta la fecha.