Los esclavos africanos trajeron consigo los ritmos y las danzas rituales a Cuba, donde se mezclaron con las guitarras y melodías españolas y luego se extendieron y evolucionaron por toda América (Estados Unidos se apropió en la década de 1920 de la rumba que, al fusionarse con las secciones de metal y de percusión del jazz, dieron lugar al sonido de las big bands). La conga la desarrollaron los esclavos que avanzaban encadenados con grilletes, mientras que gran parte de la danza contemporánea cubana presenta importantes similitudes con la religión afrocubana, la santería. En la actualidad la música más popular en Cuba es el son, que se originó en las colinas de la provincia de Oriente antes de iniciarse el siglo XX e incorpora instrumentos como la guitarra, el tres (un pequeño instrumento de cuerda cubano), el contrabajo, los bongos, las claves y las maracas. El mambo, el bolero, la salsa y el chachachá derivan asimismo de esta melodía. Los exponentes más famosos de la música cubana fueron Pérez Prado y Benny Moré, pero sigue evolucionando y hoy en día cuenta con numerosos artistas que siguen cultivando música de calidad.
La figura literaria más célebre del país es José Martí, cuya vida, ideario y muerte como mártir le confieren categoría de héroe nacional. Entre otros grandes literatos cabe citar a Cirilo Villaverde y de la Paz (1812-1894), Alejo Carpentier (1904-1980), Nicolás Guillén (1902-1989) y Guillermo Cabrera Infante (1929).
Entre los realizadores cinematográficos cubanos es preciso hablar de Tomás Gutiérrez Alea (1928-1996), cuya película Fresa y chocolate fue elogiada unánimamente, y de Humberto Solás, cuyos trabajos también han obtenido una importante acogida internacional.
Los pintores Wifredo Lam (1902-1982) y Mariano Rodríguez (1912-1990) se encuentran entre los más relevantes que ha dado el país; Manuel Mendive (1944) es el pintor más destacado de la actualidad.
Después de la revolución, las artes recibieron un activo apoyo por parte del gobierno: se fundaron muchos teatros, museos y escuelas de arte, se garantizó un salario a los músicos y se estableció una industria cinematográfica nacional. El gobierno ha pretendido contrarrestar la influencia de la cultura de masas estadounidense subvencionando a grupos culturales y a compañías teatrales de tendencia afrocubana.
Históricamente, el catolicismo ha sido la religión dominante en Cuba, y sigue siéndolo, puesto que al menos el 40 por ciento de los habitantes se declara de esa religión, y cerca del 4 por ciento son protestantes. La vaguedad institucional con relación a la santería, una religión afrocubana, oculta el hecho de que una mayoría de ciudadanos está afiliada a su fusión religiosa afrocatólica en mayor o menor medida, y el número de practicantes ha aumentado desde que el gobierno puso fin a su ateísmo oficial en 1992. Fieles a su cultura de mestizaje, los cubanos han injertado el catolicismo sobre las religiones africanas que trajeron consigo los esclavos; de ello resulta la existencia de dioses equivalentes para la mayor parte de santos católicos. Cuando el papa Juan Pablo II coronó a Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba, los devotos de la santería lo celebraron como un triunfo propio, pues identificaban esta virgen con Ochun, su diosa del amor y de la abundancia.
La cocina cubana es una mezcla de técnicas españolas y africanas con los productos locales. Platos como moros y cristianos (frijoles negros y arroz) y el arroz con pollo y picadillo (carne picada con arroz) son muy comunes, así como las sopas a base de plátanos, garbanzos y frijoles. Sin embargo, existe escasez de alimentos en la isla, y comer fuera puede conllevar largas esperas en los restaurantes estatales o en los comedores de los hoteles. La cerveza cubana es excelente, y los cócteles son famosos.