Inglaterra, a pesar de su gran densidad de población, está surcada de senderos que permiten acceder a casi todos los recovecos naturales, si se quiere disfrutar de un corto paseo. Los más enérgicos deberían atreverse, al menos una vez, con una gran excursión. Entre las mejores rutas se encuentran el camino de la costa suroeste, cerca de las espectaculares playas de Somerset, Devon, Cornwall y Dorset (de unos catorce días de duración); la pintoresca senda de Costwold (que tarda en recorrerse unos cinco días), y los sensacionales páramos y paisajes costeros de Cleveland (que llevarán una semana). La bicicleta es otra manera de viajar por los itinerarios de este país, pero conviene evitar las carreteras principales. Las mejores playas para nadar se encuentran en Devon y Cornwall, y el surf se puede practicar en las costas del oeste de esta última región, especialmente en Newquay.