Safari (“viaje” en suahili) no significaría mucho para una gran mayoría si no fuera por este país situado al este de África. Venerado por los antropólogos como la “cuna de la humanidad”, Kenia es el epicentro de los safaris africanos, ostentando una amplísima variedad de animales salvajes. Y no importa cuántas películas de Tarzán se hayan visto, ya que nadie estará preparado para el impresionante espectáculo de la masiva migración anual de ñus.
Por desgracia, en los centros urbanos de Kenia, la delincuencia menor puede considerarse como una de las pocas industrias florecientes del país. A pesar de todo, el país africano ofrece espléndidos parques naturales, playas inmaculadas, magníficos arrecifes de corales, memorables paisajes montañosos y antiguas ciudades suahili. Sólo hay que evitar viajar con objetos de valor.