Desde antes de la colonización, los mexicanos han demostrado tener un gran talento para el arte y sentir una predilección por los colores. En México abundan los murales y las galerías de arte antiguo y contemporáneo; para muchos visitantes, éste es uno de los principales atractivos del país. La creatividad también se expresa a través de la vibrante tradición folclórica mexicana. El arte prehispánico está representado principalmente por piedras esculpidas, frescos, murales y cerámicas.
Tras la revolución, el arte fue considerado parte importante del Renacimiento nacional; los principales artistas mexicanos, como Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco, recibieron el encargo de decorar importantes edificios públicos con enormes y coloridos murales de temática histórica y social. La obra de Frida Kahlo, mujer de Diego Rivera, se caracteriza por unos autorretratos que reflejan una enorme angustia, así como por imágenes que mezclan lo grotesco y lo surrealista; sus creaciones alcanzaron una enorme popularidad en los años ochenta, varias décadas después de su muerte. Entre los escritores mexicanos más destacados figuran Carlos Fuentes, Jorge Ibargüengoitia y Octavio Paz, ganador del premio Nobel en 1990. En México, Juan Rulfo es considerado el escritor más importante del país. Su novela Pedro Páramo ha sido descrita como “un Wuthering Heights (Cumbres borrascosas) que transcurre en México” y escrito por Kafka.
El español es el idioma más extendido, pero difiere del hablado en España en dos aspectos: el ceceo del castellano prácticamente ha desaparecido y se han adoptado numerosos vocablos indios. Unos cinco millones de personas se comunican en unas cincuenta lenguas indígenas, y el 15 por ciento de los indígenas desconoce el español.
Aunque, desde la revolución, los sucesivos gobiernos se han desvinculado de la religión, más del 95 por ciento de los habitantes se declaran católicos. La mayoría de los indígenas son cristianos, pero su religión suele albergar elementos sincréticos. En ocasiones, un gran número de dioses paganos convive con la Santísima Trinidad y los santos cristianos. Desde 1531, el símbolo unificador de la Iglesia ha sido la Virgen de Guadalupe (de piel oscura) que es considerada el puente entre el mundo católico y las antiguas tradiciones indígenas.
La cocina mexicana gira en torno a tres platos nacionales: las tortillas, los frijoles y el chile. Las tortillas son unas delgadas masas redondas de trigo o maíz amasado que se cuecen en una plancha. Los frijoles se preparan en sopa, cocidos o fritos, con tortillas o con cualquier otra cosa. Aparte de su increíble variedad de zumos de fruta (jugos) que se venden en puestos callejeros, México es también célebre por sus bebidas alcohólicas, en especial el mezcal y el tequila. El pulque es una bebida ligeramente alcohólica derivada del zumo de agave.