Nicaragua presenta dos estaciones climáticas claramente diferenciadas que se producen en momentos diferentes, dependiendo de la costa. La época más agradable para visitar las regiones centrales o las del Pacífico es a principios de la estación seca, es decir, durante los meses de diciembre y enero, cuando las temperaturas son más frescas y la vegetación sigue siendo exuberante. En general, no hay una mala época para visitar el país, exceptuando posiblemente el último mes de la estación seca (normalmente de mediados de abril a mediados de mayo), cuando la tierra se agrieta y el aire se llena de polvo.
Los nicaragüenses pasan la Semana Santa en la playa, por lo que el alojamiento se agota con semanas o meses de antelación.