En el enclave que los neocaledonios proclaman como la segunda barrera de coral más grande del mundo, el buceo y el submarinismo se convierten en unas actividades espectaculares. Durante el período estival el agua está algo turbia a causa de las precipitaciones durante la estación húmeda, pero en días de calma invernales la visibilidad submarina puede alcanzar los 50 m. Algunas de las zonas má indicadas para bucear se ubican en la isla de los Pinos, Poindimié, el islote de Amédée, Maré y el sur de Grande Terre. La natación representa una buena opción en la mayoría de emplazamientos, pues Nueva Caledonia posee numerosas y bellas playas; las mejores se encuentran en la costa este, en el archipiélago de la Lealtad y la isla de los Pinos.
El senderismo a pie y a caballo son muy populares; resulta factible organizar excursiones a caballo de dos o tres días por el interior de Grande Terre. Existen abundantes posibilidades para la espeleología en Grande Terre, la isla de los Pinos y Lealtad. Si no se temen las alturas, también se puede probar el vuelo en ultraligero desde Nouméa o Lifou hasta las islas de la Lealtad, y para soltarse el pelo del todo también se recomienda practicar el parapente. Como dependencia de Francia que és, el ciclismo se erige como una de las grandes aficiones; incluso se organiza una versión del Tour de Francia cada septiembre.