Los Países Bajos disponen de un solo aeropuerto internacional, Schiphol, unos 10 km al suroeste de Ámsterdam. A pesar de ser uno de los mayores ejes internacionales de Europa, los vuelos a Londres o Bruselas suelen resultar más baratos que los dirigidos a Ámsterdam, y muchos viajeros prefieren hacer el último tramo a la capital neerlandesa en tren o autobús. No se aplica ningún tipo de tasa aeroportuaria para salir del país. Los autobuses de larga distancia Eurolines comunican la capital con la mayoría de las ciudades europeas, así como con África del Norte. Los autobuses de Eurolines y Citysprint viajan por el canal hasta Gran Bretaña, normalmente a través de Francia. La estación central de Ámsterdam cuenta con un servicio regular y eficaz de trenes hacia los países vecinos, pero viajar en autobús siempre resulta más económico, a menos que uno tenga un abono de Interrail u otro equivalente.
Es sencillo viajar a los Países Bajos en automóvil o motocicleta por las magníficas autopistas de la Europa Occidental. Para aquellos que partan del Reino Unido, resulta bastante más económico cargar el coche en el ferry que en el tren por el Túnel, aunque esta última opción podría ahorrar unas cuantas horas de viaje desde Londres. La mayoría de viajeros atraviesan Bélgica y Francia para tomar un barco a Inglaterra, pero también existe servicio de ferry entre Hook of Holland y Harwich (Reino Unido), Europoort (cerca de Rotterdam) y Hull (Reino Unido), Ijmuiden (cerca de Ámsterdam) y Newcastle (Reino Unido) e Ijmuiden y Kristiansand (Noruega).