Conoce la cultura de Polonia

La primera cosecha de la cultura polaca se debe a Segismundo I el Viejo (1506-1548). Gracias a su influencia, el polaco suplantó paulatinamente al latín, nació una literatura nacional y evolucionaron los conocimientos arquitectónicos. Durante este período también se realizaron esfuerzos en el campo de las ciencias. En 1543, Nicolás Copérnico publicó Sobre las revoluciones de las orbes celestes, en el que proponía que la Tierra giraba en torno al Sol. Segismundo II Augusto (1548-1572) mantuvo el mecenazgo del arte y la cultura iniciado por su padre. Ambos reinados forman lo que se conoce como el siglo de oro de Polonia.

La escultura y la pintura polacas son de carácter propiamente religioso, con representaciones góticas y renacentistas de la Virgen y Cristo en la mayoría de las iglesias. Las elaboradas decoraciones de las sepulturas conformaban una especialidad de los tallistas de piedra polacos, y su maestría anónima también resulta evidente en los bajorrelieves de las fachadas de muchos edificios renacentistas. Las obras de carácter profano, aún bien entrado el siglo XX, han sido creadas principalmente con una finalidad documental. Zdzislaw Beksinski supone una excepción. Nacido en 1929, Beksinski creó un llamativo y misterioso mundo onírico y está considerado uno de los más destacados artistas polacos.

En la actualidad, los creadores de esta nación aún tratan de deshacerse de la herencia estalinista. Durante ese período, el realismo socialista se convirtió en el estilo predominante. Este movimiento adoptó las vetustas normas del pasado, reduciendo el arte a mero instrumento de propaganda política; el legado en Polonia de esta corriente artística se basó en terribles muestras de pintura, escultura, arquitectura, literatura y música. Este país ha sido cuna de excelentes escritores de obras de ficción, muchos de ellos emigrantes como Isaac Bashevis Singer, cuyo trabajo recrea en yiddish el desaparecido entorno de la Polonia judía. Entre los exponentes más destacados de la cultura polaca actual se cuentan escritores como Ryszard Kapuscinski y el compositor Henryk Gorecki, cuya tercera sinfonía consiguió un gran éxito en todo el mundo en la década de 1980.

Con sus espesas sopas y salsas, la abundancia de patatas y de bolas de masa hervidas, el predominio de platos de carne y la ausencia de verduras, la comida polaca resulta abundante y sacia. La lista de ingredientes más característicos incluye el eneldo, la mejorana, el carvi y las setas silvestres; entre los platos más populares se distinguen el bigos (col fermentada y carne) y el barszcs (sopa de remolacha). En Polonia se efectúan cuatro comidas: un desayuno temprano, un almuerzo ligero a media mañana, una comida copiosa después del trabajo, y una cena escasa antes de acostarse. El té y el vodka son las bebidas más tradicionales en Polonia, y ambas se consumen con entusiasmo, aunque con distintos efectos.