Conoce la cultura de República Checa

Los checos son un pueblo sincero y con sentido del humor que posee un espectro de influencias culturales, religiosas y políticas sorprendentemente amplio; sobre todo, si tenemos en cuenta que se trata de un país pequeño. Conjuga influencias alemanas y austríacas, polacas y húngaras, liberales y tradicionales, mundialistas y nacionalistas. La religión más practicada es la católica, aunque en 1991 menos del 40 por ciento de los checos se definían como tales; los que se declaraban practicantes eran todavía menos. La segunda iglesia, en cuanto a importancia, es la husita; pero existen muchas otras comunidades protestantes; la más implantada es la iglesia evangélica de los Hermanos Checos. Praga cuenta con la comunidad judía más importante de la República, con unos seis mil miembros; en menor escala se hallan en Ostrava y Brno.

Muchos viajeros se sienten impresionados ante el esplendor arquitectónico de este país, que incluye algunos de los edificios barrocos, modernistas y vanguardistas más relevantes de Europa. Pero los checos también han destacado en disciplinas artísticas menos evidentes, como los manuscritos iluminados, la escultura religiosa y los teatros de marionetas y títeres.

La música checa abarca varios estilos, desde la clásica hasta el jazz o el punk. Antonín Dvorák es uno de sus compositores más famosos; su obra más conocida es la Sinfonía del Nuevo Mundo, compuesta durante su estancia en Estados Unidos. Tras la II Guerra Mundial, los intérpretes checos se hallaban en primera línea del jazz europeo; pero su situación cambió radicalmente con el golpe de estado comunista de 1948. El teclista Jan Hamr, por ejemplo, emigró a Estados Unidos, donde se convirtió en una figura destacada del jazz rock norteamericano de la década de 1970 con el nombre de Jan Hammer. Tras la Revolución de Terciopelo, el mundo del jazz en Praga se ha mostrado particularmente animado. El sombrío norte industrial, en especial Teplice, es hoy el centro del movimiento punk de la república.

El escritor más famoso es, sin lugar a dudas, Franz Kafka quien, junto a un círculo de otros escritores judíos de habla germánica residentes en Praga, desempeñó un papel decisivo en la escena literaria de principios del siglo XX. Entre los novelistas contemporáneos más reconocidos en el ámbito internacional cabe destacar Milan Kundera, Jaroslav Hasek, Bohumil Hrabal, Ivo Klíma, Josef Skvorecký y el dramaturgo Václav Havel. Menos conocido es el poeta Jaroslav Seifert, que fue galardonado con el premio Nobel en 1984.

La gastronomía se remonta a la tradición culinaria centroeuropea, y sus influencias son alemanas, húngaras y polacas. La carne es una de las materias primas más frecuentes, junto a grandes porciones de pudín, patatas o arroz bañados con una salsa espesa, y verduras o chucrut muy hervido; la comida rápida más usual es el knedlo-zelo-vepro (pudín, chucrut y cerdo asado). Las semillas de alcaravea, la panceta de cerdo y mucha sal son los condimentos más comunes.