Conoce la historia de Tailandia

Se cree que una de las primeras civilizaciones de Tailandia fueron los mons, que habitaban en el centro y aportaron la cultura budista del subcontinente indio. En el siglo VIII adquirió mayor importancia el estado de Srivijaya, con población originaria de Sumatra, que se expandió desde el Norte. Los khmers, por otra parte, procedían del Este y dominaron el país desde el siglo IX hasta el XI. Los thai de Nan Chao, que procedían del sur de China, derrotaron a los khmers en el siglo XIII y crearon el reino de Sukhothai y, más tarde, los centros de Chiang Mai y, especialmente, Ayuthaya.

Los birmanos invadieron Siam, antigua denominación del país, en el siglo XVI, conquistaron Chiang Mai y destruyeron Ayuthaya. Poco después, los tailandeses expulsaron a los birmanos. Otra nueva ofensiva volvió a encarnizarse con Ayuthaya en el siglo XVIII, pero Tailandia pudo de nuevo salir a flote y la capital se trasladó a Thonburi. En 1782, el rey Rama I fundó la actual dinastía Chakri, y la capital volvió a trasladarse a Bangkok.

En el siglo XIX, Siam conservaba su independencia al deshacerse hábilmente de un poder europeo tras otro, y muchos de sus soberanos habían apostado por el progreso y la modernización del país. En 1932, un golpe de Estado pacífico convirtió el país en una monarquía constitucional y, en 1939, Siam pasó a ser Tailandia. Durante la II Guerra Mundial, el gobierno tailandés se alió con Japón y permitió a sus tropas ocupar el país. Después de la guerra, Tailandia estuvo dominada por los militares y experimento algo más de veinte golpes de Estado y contragolpes, con intervalos breves de democracia. Después de que, en 1962, la revolución comunista triunfara en el norte del país, Estados Unidos colaboró con el gobierno de Bangkok, contribuyendo a reforzar el ejército y la policía y estableciendo bases militares, que fueron evacuadas en 1976. De este modo, Tailandia se encontró cada vez más comprometida en el conflicto vietnamita, igual que poco antes había sufrido numerosos roces con Camboya.

Las elecciones democráticas de 1979 otorgaron al país algo de estabilidad y prosperidad, ya que el poder pasó de manos de los militares a las de la élite de los negocios. Más tarde, el golpe militar de febrero de 1991 expulsó al gobierno de Chatichai Choonhaven; sin embargo, las sangrientas manifestaciones de mayo de 1992 dieron lugar a la rehabilitación de un gobierno civil, presidido por Chuan Leekpai. Esta coalición fracasó en mayo de 1995 por un escándalo sobre la reforma de la tierra, pero el nuevo primer ministro, Banharn Silpa-Archa, no lo hizo mucho mejor. Apodado el Cajero Automático Andante por la prensa tailandesa, se vio obligado a renunciar a su cargo un año más tarde, después de una avalancha de escándalos. Su sucesor, Chavalit Yongchaiyudh, ex general y antiguo diputado, capitaneó una dudosa coalición hasta finales de 1997, cuando el prágmatico veterano Chuan Leekpai volvió a tomar las riendas. Los cínicos tailandeses dirán que, a pesar de todos estos vaivenes de líderes, las cosas nunca cambian. La costumbre extendida de comprar los votos y la inamovible corrupción se burlan de la democracia y, hasta que esto no se rectifique, las reivindicaciones a favor de la democracia y la estabilidad política en Tailandia seguirán tan vivas como siempre.

En 1997, el baht tailandés se desplomó, arrastrando estrepitosamente la economía del país y muchas otras del sureste asiático. En agosto, el Fondo Monetario Internacional intervino con un paquete de medidas de austeridad que, a pesar de ralentizar de forma espectacular el desarrollo de Tailandia y de hacer a los pobres aún más pobres, parece que consiguió darle la vuelta a la tortilla a principios de 1998. Con la llegada del siglo, la economía tailandesa ha detenido su caída libre, pero la reconstrucción del país no ha hecho más que comenzar. También parecen vislumbrarse serios indicios de erradicación de la corrupción, pero los más afectados por la pobreza en Tailandia miran con recelo estas promesas y las campañas reformistas.

Recientemente, el relativamente nuevo partido Thai Rak Thai (Patriotas de Tailandia), liderado por Thaksin Shinawatra, emergió con fuerza en la política tailandesa, y muchos diputados se unieron a sus filas. En las elecciones parlamentarias de enero de 2001, Thai Rak Thai derrotó al primer ministro demócrata y formó una coalición de gobierno en las primeras elecciones bajo una nueva Constitución creada con el objetivo de reducir el fraude electoral. No obstante, las acusaciones de corrupción hicieron que la Comisión Electoral tuviera que repetir la votación en 62 distritos electorales.

En 2003, la industria sufrió una gran crisis debido a la repercusión de la neumonía atípica (SRAS) que padecieron algunos paises asiáticos, sin embargo no hubo casos de esta enfermedad en el país.

En 2004, como consecuencia del tsunami hubo miles de víctimas en las zonas más turísticas del país.