Ninguna época puede considerarse mejor o peor para viajar a Vietnam. Cuando una región aparece lluviosa, fría y hámeda, siempre existe otra zona cálida y soleada. El Sur cuenta básicamente con dos estaciones: pluvial (de mayo a noviembre; extremadamente lluviosa de junio a agosto) y seca (entre diciembre y abril). El período más caluroso y hámedo se extiende de finales de febrero a mayo. La costa central resulta especialmente árida entre mayo y octubre. El Norte acoge dos estaciones: el invierno frío y hámedo (de noviembre a abril) y el verano caluroso (entre mayo y octubre). Los altiplanos resultan significativamente más frescos que las tierras bajas, y las temperaturas pueden descender hasta helar durante el período invernal. Pueden producirse tifones entre julio y noviembre, afectando a las áreas norte y central.
Se debe tener en cuenta la Fiesta de Año Nuevo Tet (que se celebra a finales de enero o principios de febrero) a la hora de planear el viaje. Desplazarse en estas fechas (tanto desde el extranjero como en el interior) se hace muy difícil. Los hoteles se encuentran a rebosar y numerosos servicios cierran durante una semana o incluso más.