Su variedad geográfica permite la visita a Chile en cualquier estación del año.
En primavera (de septiembre a noviembre) y durante las cosechas de otoño (entre febrero y abril) son preferibles Santiago y la parte central del país. En verano (de diciembre a marzo) resulta más adecuado disfrutar de parajes naturales como el Parque Nacional del Paine, en Magallanes, y la región de los lagos.
Las estaciones de esquí atraen a muchos extranjeros durante el invierno (de junio a agosto). La isla de Pascua presenta un clima más suave, unos precios más reducidos y menos turismo en temporada baja; de la misma forma que el archipiélago de Juan Fernández, inaccesible cuando las lluvias invernales estropean las toscas pistas de aterrizaje; el momento idóneo para su visita es el mes de marzo.