Existen vuelos directos a Edimburgo, Glasgow, Dundee, Aberdeen, Inverness o Kirkwall desde Londres y otras ciudades europeas; también se programan conexiones aéreas desde Estados Unidos a Edimburgo o Glasgow. Si se vuela desde Europa, suele ser más barato dirigirse primero a Londres para luego trasladarse en tren o autobús en dirección Norte. La duración del vuelo Londres-Edimburgo es de una hora, pero en cuanto se suma el tiempo de llegada y salida de aeropuertos se equipara con las cuatro horas del trayecto en tren.
En general, la forma más barata de llegar a Escocia se realiza mediante un autobús de larga distancia; gran variedad de empresas privadas compiten en precios con la compañía estatal. Slow Coach es una opción económica que recorre los albergues juveniles de toda Gran Bretaña hasta Edimburgo. El tren conduce al viajero de Londres a Edimburgo en cuatro horas y a Glasgow, en cinco, pero este medio de transporte resulta un tanto costoso. Escocia está unida por barco con Larne, cerca de Belfast, y con la misma ciudad irlandesa. En verano, un servicio marítimo semanal une Aberdeen, las Shetlands y Noruega, y dos veces por semana se ofrece un servicio de Aberdeen a las islas Feroe.
Para aquellos que quieran acercarse a Escocia en coche, las carreteras son rápidas pero muy concurridas. Edimburgo se encuentra a 600 km de Londres, y se tarda unas ocho horas en llegar.