Cómo llegar a Irán

Irán es accesible por tierra, mar o aire, pero hay que tener en cuenta que los extranjeros tienen prohibido cruzar la frontera turco-iraní en tren. El país dispone de una enorme red de conexiones aéreas con Asia, Oriente Próximo y Europa. España dispone de vuelos directos a Irán. La mayoría de los aviones aterrizan en el aeropuerto Mehrabad de la capital. La tasa de salida oscila entre los 30 y 40 dólares, pero si bien algunos billetes la incluyen, muchos otros no. Actualmente, acceder a Irán por tierra desde Turquía (normalmente por el congestionado paso de Bazargán/Gürbulak) o Pakistán (en Taftán/Mirjavé) resulta sencillo y seguro; aunque en la actualidad, y teniendo en cuenta la grave situación internacional en la zona tras los atentados de Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001, se recomienda no viajar a Pakistán. Los más aventureros también logran cruzar la frontera desde los antiguos estados soviéticos de Azerbaiyán y Turkmenistán. Sin embargo, la situación entre Armenia e Irán sigue confusa y la frontera con Afganistán permanece cerrada; no conviene viajar a este país debido a la guerra civil que se está desarrollando y a las amenazas de un inminente ataque estadounidense contra el territorio afgano. Además, a los que viajan por su cuenta no les está permitido cruzar a Irak. Los viajeros que se desplazan con vehículo propio deben prepararse para largas demoras en los pasos fronterizos. Por lo tanto, es recomendable planificar con antelación el viaje y armarse de paciencia.

Irán posee 2.410 km de frontera costera, pero escasean las posibilidades de entrar o salir de la nación por mar. En el golfo Pérsico existen transbordadores que cubren las líneas desde Sharjah y Dubai en la Unión de Emiratos Árabes y desde Bahrein hasta Bandar-e Abbas. También resulta factible cruzar el mar Caspio en un carguero semanal que zarpa de la capital azerbaiyana, Bakú, y finaliza su recorrido en Bandar-e Anzali.