Si bien algunas personas arriban a Mauricio en yate o en un crucero, la mayoría de los visitantes acceden en avión. Numerosos vuelos parten de Francia, pero también existen otros desde varias capitales africanas, asiáticas y europeas, así como desde Estados Unidos (vía Europa). Antes de penetrar en Mauricio es necesario poseer un billete de salida de la isla. El impuesto aeroportuario asciende, aproximadamente, a 10 dólares.
Barcos cargueros navegan por el océano Índico con regularidad, pero pocos aceptan pasajeros. Es más probable que se consiga pasaje en los yates privados que arriban a Mauricio fuera de la estación de los ciclones y que atracan en Grand Baie o Port Louis. Aun así, las oportunidades escasean. Prácticamente la única manera garantizada de entrar o salir por barco es comprar un pasaje en el MV Mauritius Pride, que une varias veces al mes las islas de Mauricio y Reunión, o embarcar en uno de los cruceros que periódicamente anclan en Port Louis.