Las influencias de la cultura portuguesa son mucho más evidentes que las africanas, aunque esta afirmación se relativice en São Tiago, que cuenta con una importante población de origen africano. La mayoría de los caboverdianos son criollos; alrededor de la cuarta parte desciende de africanos.
El portugués es el idioma oficial, pero también se habla criollo, un portugués criollo africanizado. Pese a su exiguo tamaño, Cabo Verde ha producido abundante literatura. Las obras escritas antes de la independencia se centraban en la liberación y, en su mayoría, estaban redactadas en criollo. Tras alcanzar la libertad, la temática se amplió para abordar la emigración masiva producida por los americanos (caboverdianos que se marcharon a América) y la discriminación racial. Algunos escritores, como Kaoberdiano Dambara, siguen utilizando el criollo; otros, caso de Onésimo Oliveira, utilizan el portugués, la lengua literaria dominante.
Cabo Verde cuenta con una gran variedad de estilos musicales. Uno de los más populares es el rítmico funana, un baile popular en Praia y otras ciudades. La morna se conoce como la melodía nacional, lenta, melancólica y en clave menor, mientras que la coladeira resulta una música de baile dinámica y festiva. La artista más conocida del país es Cesária Évora, la “diva de los pies descalzos”, que interpreta los sones tradicionales de las islas.
La gastronomía caboverdiana se basa fundamentalmente en la cocina portuguesa, pero cuenta con algunos platos autóctonos. Uno de los más insólitos y exquisitos es el pastel com diablo dentro, una mezcla de atún fresco, cebollas y tomates envuelta en una masa hecha a base patatas cocidas y harina de maíz, muy frita y que se sirve caliente. También son populares las sopas; una de las más comunes es el caldo de peixe (caldo de pescado), al que se le añaden verduras y especias, y se espesa con harina de yuca. Otras especialidades como las bananas enroladas (plátanos fritos envueltos en una masa) y la manga de conserva (una mezcla no azucarada realizada a partir del mango) son muy apreciadas.
Alrededor del 80% de la población profesa la religión católica. En 1975, año de la independencia, la iglesia se mantenía como el principal terrateniente del país. La reforma agraria posterior ha reducido sus posesiones, pero sigue ostentando un gran poder.