El patrimonio artístico español es extraordinario. El Greco y Diego Velázquez son los creadores más importantes de la Edad de Oro; Francisco de Goya fue el pintor más prolífico del siglo XVIII, cuyos retratos de la realeza destacan por su crudeza. Ya en el siglo XX, muchos artistas españoles se han situado en un lugar relevante dentro del mundo del arte contemporáneo, como Pablo Picasso, Juan Gris, Joan Miró y Salvador Dalí. La arquitectura española se distingue por su heterogeneidad; desde los yacimientos prehistóricos de Menorca, en las islas Baleares, hasta los vestigios romanos de Mérida y Tarragona, pasando por la impresionante Alhambra de Granada, los edificios mudéjares, las catedrales góticas, los castillos y palacios, los fantásticos monumentos modernistas y la compleja arquitectura gaudiniana.
Don Quijote de la Mancha, la novela de caballerías escrita por Miguel de Cervantes en el siglo XVII, es una de las obras en prosa más importantes del mundo. Entre los escritores del siglo XX más notorios puede citarse a Miguel de Unamuno, Federico García Lorca y Camilo José Cela, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1989. En cuanto a las escritoras, destacan Carmen Martín Gaite, Ana María Matute y Montserrat Roig. Hasta finales de los años setenta, la cinematografía española estaba intrínsecamente relacionada con el trabajo del genio del surrealismo Luis Buñuel; en la actualidad se asocia con las personales y excéntricas farsas creadas por Pedro Almodóvar, director que disfruta de un gran éxito internacional.
La guitarra andaluza se inventó en la década de 1790, al añadir una sexta cuerda al laúd árabe; adquirió su forma actual alrededor de 1870. Los músicos españoles han conseguido elevar el sonido de este instrumento a vertiginosas cotas de virtuosismo, y nadie mejor que Andrés Segovia (1893-1997), que situó la guitarra clásica en la categoría de género. El flamenco, música basada en el cante jondo originario de los gitanos andaluces, ha experimentado un resurgir. Paco de Lucía se ha convertido en el guitarrista más internacional; y Camarón de la Isla fue considerado, hasta su muerte en 1992, el padre del cante jondo contemporáneo. En la década de 1980, se dio a conocer la fusión flamenco-rock (también denominada rock gitano) de la mano de grupos como Pata Negra y Ketama; en la década de 1990, Radio Tarifa popularizó una hipnótica mezcla de sonidos flamencos, norteafricanos y medievales. Por último, la contribución española al mundo de la música electrónica ha sido el bacalao, originario de Valencia.
Los españoles son unos apasionados del deporte, especialmente del fútbol. Merece la pena asistir a un partido, ya que la atmósfera que se respira es electrizante. Las corridas de toros siguen siendo muy populares entre el público local, pese a las continuas presiones de los activistas, nacionales e internacionales, en defensa de los derechos de los animales.
Si bien el catolicismo está profundamente arraigado en todos los aspectos de la sociedad, sólo el 40% de la población acude a la iglesia asiduamente. Muchos españoles sienten un profundo escepticismo hacia la institución religiosa; durante la Guerra Civil, se quemaron edificios religiosos y se fusilaron clérigos, ya que éstos representaban la represión, la corrupción y el antiguo régimen.
La gastronomía española tiene una bien merecida reputación. Las tapas son una de las mejores invenciones desde la cerveza fría. Puede que los comensales occidentales conozcan la paella, el gazpacho y el chorizo, pero la cocina local engloba muchas otras especialidades, como sabrosos estofados, sopas, judías, mariscos y carnes que han influido en la gastronomía latinoamericana. Al viajar a España, conviene cambiar las costumbres y horarios, ya que, normalmente, el almuerzo, la comida principal del día, se toma entre las 13.30 y las 16.00. La cena es más ligera y se sirve entre las 22.00 y las 23.00.