Los fiyianos aún conservan muchas formas de arte y artesanía tradicionales; algunas han soportado el impacto destructivo de las influencias occidentales y la implacable campaña de las misiones cristianas, y otras han sido modificadas y embellecidas para satisfacer la demanda del turismo.
La danza tiene aún gran importancia en las islas, y las representaciones narrativas meke se basan en fuertes tradiciones orales. Los bailes se han transmitido de generación en generación, y se dice que los cuerpos de los bailarines son ocupados por espíritus del otro mundo. Los mekes se interpretan durante acontecimientos especiales, como nacimientos, muertes, llamadas a la guerra, matrimonios e intercambios de propiedades. En tiempos de guerra, los hombres representarían cibis con lanzas y garrotes, mientras que las mujeres representarían deles o wates, danzas que humillarían sexualmente a los enemigos cautivos. En las comunidades indias, todavía se enseñan las danzas tradicionales.
Los misioneros introdujeron en Fiyi himnos y cánticos de coro; por eso, los cantos eclesiásticos en las islas resultan realmente preciosos. Entre los artistas de música local más conocidos, figuran Seru Serevi, Danny Costello, Michelle Rounds, Karuna Gopalan, Laisa Vulakoro, los Freelancers y los Black Roses. En las tiendas se pueden adquirir cintas de música local. Entre la población india de Fiyi es muy popular la música de las películas conocidas como “Bollywood“, que no son otra cosa que melodramas hindúes; las bandas locales de música suelen interpretar estas canciones. En los centros culturales indios, tanto las representaciones como las clases de música se imparten en música india tradicional, formada por un conjunto de vocal, armonio, tabla y sitar.
Las islas Fiyi han sido famosas por su alfarería desde que el pueblo lapita comenzó a comerciar sus productos por el Pacífico Sur, hace miles de años. Los más célebres alfareros contemporáneos son Dian Tugea y Taraivini Wati, cuyas obras se exponen en el museo de Fiyi. La talla en madera sigue siendo fundamental, en gran parte debido a la fuerte demanda turística de recuerdos para llevar a casa. Entre estas piezas, sobresalen garrotes de guerra, lanzas y tenedores de caníbales; los recipientes para beber, o tanoas, todavía forman parte del menaje de uso diario de los fiyianos . La talla en las zonas de influencia polinesia (pobladores procedentes de Tonga o Samoa) se caracteriza por incrustaciones de concha o hueso. El tejido de corteza, conocido en Fiyi como masi, era tradicionalmente elaborado en todo el Pacífico con el nombre de tapa. Las vestimentas ceremoniales, cinturones, colas y turbantes se confeccionaban antiguamente de masi y se adornaban con motivos simbólicos en color ocre óxido y negro carbón. El tejido se realiza a partir de la corteza del árbol de la morera, y su producción es muy laboriosa. Tradicionalmente, el masi muy adornado se regalaba en ceremonias, y quien poseía alguna muestra contaba con mucho prestigio dentro de la comunidad. Asimismo, la confección de esteras y cestas hechas de las hojas del árbol del pan (pandanus) es una tradición muy arraigada que siguen aprendiendo y desarrollando las muchachas de los poblados. Existe gran variedad de estilos y colores, que se consiguen con técnicas como el raspado de las hojas del pandanus, su enterramiento en barro o su cocción con otras plantas. Los filos de las esteras solían decorarse con plumas de loro; hoy en día éstas han sido sustituidas por hilos y hebras de lana de brillantes colores.
Fiyi cuenta con una pequeña pero sólida comunidad de escritores, entre quienes figura Joseph Veramu, que ha publicado una colección de relatos bajo el nombre de The Black Messiah y una novela sobre adolescentes de Suva, Moving Through the Streets. Entre los autores teatrales, destacan Jo Nacola, con obras como I Native No More, y Vilsoni Hereniko. También es digna de mención la escritora de relatos Marjorie Crocombe. Existen autores fiyianos de origen indio que escriben tanto en hindi como en inglés, como Subramani, Satendra Nandan, Raymond Pillai y Prem Banfal; el tema central de sus obras es la injusta y difícil situación de los trabajadores contratados para las plantaciones.