En Kenia existen más de setenta grupos tribales. Las distinciones entre muchos de ellos son bastante imprecisas, dado el avance de la cultura occidental y la desintegración de los valores ancestrales. Sin embargo, aunque el africano medio se haya ido apartando aparentemente de sus tradiciones, la tribu sigue siendo el elemento más importante en la identidad de los individuos.
Los idiomas que se enseñan en las escuelas de todo el país son el inglés y el suahili, pero hay muchas otras lenguas tribales, como el kikuyu, el luyha, el luo y el kikamba, además de otras minoritarias. Resulta sumamente útil para el viajero tener un conocimiento básico del suahili, especialmente fuera de las zonas urbanas y en las zonas más remotas del país. Otro idioma con el que los extranjeros se toparán a menudo es el sheng, hablado casi exclusivamente por los miembros más jóvenes de la sociedad. Surgido recientemente, es una mezcla de suahili e inglés, junto con elementos de otros idiomas.
La mayoría de kenianos del interior del país son cristianos de una u otra confesión, mientras que los habitantes de la costa son en su mayoría musulmanes. Alrededor del 30% de la población es musulmana. En las zonas tribales más remotas, se mezclan musulmanes, cristianos y aquéllos que mantienen sus creencias tribales ancestrales.
El estilo musical conocido como benga es una música de baile contemporánea que arrasa en el país. Surgió entre los pueblos luo, en Kenia occidental, y se popularizó en esa zona en la década de 1950. Algunos conocidos exponentes del benga incluyen a Shirati Jazz, Victoria Jazz y los Ambira Boys. Para gran parte del público occidental, la visión más cercana de Kenia es la película Memorias de África (Sydney Pollack, 1985), protagonizada por Meryl Streep y Robert Redford.
La cocina keniana consiste generalmente en un amasijo de fécula con alubias o carne en salsa. En realidad, no es más que una dieta de supervivencia para los autóctonos: ideal para llenarse al máximo el estómago por un coste mínimo. Si hubiera que nombrar un plato nacional, seguramente sería el nyama choma (carne de cabra a la parrilla). La comida keniana no está exactamente destinada a los gourmets, ni a los vegetarianos. Los amantes de la cerveza, por otra parte, están bien abastecidos, pues a los kenianos les gusta casi tanto esa bebida de cebada como su baile, y el país cuenta con una creciente industria cervecera.