Malasia está formada por una sociedad multicultural, en la que conviven malayos, chinos e indios. Los malayos constituyen la comunidad más numerosa; profesan el islam, se comunican en bahasa y son los principales responsables del destino político del país. Los chinos componen una tercera parte de la población; practican el budismo y el taoísmo, hablan hokkein, hakka y cantonés, y establecen el grupo dominante dentro de la comunidad financiera. Los indios forman aproximadamente el 10% de la población; en su mayoría son tamiles del sureste de la India, utilizan como lenguas el tamil, el malayalam y un poco de hindi, y viven principalmente en las poblaciones más extensas de la costa occidental peninsular. Existe también una considerable población sij. Euroasiáticos y tribus indígenas integran el resto de los habitantes. A pesar de que el bahasa melayu (malayo) se ha establecido como el idioma oficial, la comunicación entre miembros de diferentes comunidades suele efectuarse en inglés; lengua que recientemente se ha reintroducido como el idioma de enseñanza en los estudios superiores.
Los iban de Sarawak se erigen como la tribu indígena más numerosa, con 395.000 miembros; la mayoría habita en casas comunales en las riberas de los ríos Rejang y Baram. Los bidayuh (107.000) se concentran en la zona del río Skrang, en Sarawak. Los orang asli (80.000) viven en pequeños grupos dispersos por Malasia peninsular. Tradicionalmente han subsistido como agricultores nómadas, pero muchos han sido absorbidos por la Malasia moderna.
Los sonidos chino e islámico ejercen una gran influencia en la música de Malasia. Su principal instrumento es el endang (tambor), aunque también se incluyen instrumentos de percusión (algunos elaborados con conchas), flautas, trompetas y gongs. Malasia posee una rica tradición de danzas y dramatizaciones bailadas, algunas de orígen tailandés, indio o portugués. Entre otras manifestaciones artísticas se encuentran el ayangkulit (marionetas de sombras), el ilat (un estilizado arte marcial) y la artesanía, como las telas batik, los tejidos y los artículos de plata y cobre.
Es complicado encontrar auténtica comida malasia en los restaurantes del país, aunque sí se ofrecen platos de las gastronomías china, nyonya (una variación local de las cocinas china y malasia, con ingredientes chinos y especias locales), india, indonesia y, esporádicamente, occidental. Los satays (pinchos de carne con salsa picante de cacahuetes), de origen malasio, se encuentran fácilmente. Entre otros platos habituales destacan la cuajada de soja frita con salsa de cacahuetes, un amargo curry de pescado al tamarindo, langostinos picantes al curry y carne picante con curry y macerada en coco. Los platos de la cocina india musulmana han desarrollado un peculiar estilo malasio. Existe una enorme variedad de frutas tropicales y zumos de frutas, y extrañas mezclas dulces como el endol (sirope de azúcar, leche de coco y fideos verdes) y el is kacang (judías y gelatina con hielo granizado, siropes y leche condensada).