Conoce la cultura de Países Bajos

Los Países Bajos han sido la cuna de numerosos pintores reconocidos mundialmente. Jerónimo Bosch, el Bosco, reflejó en sus obras religiosas del siglo XV criaturas distorsionadas y terribles y también realizó retratos de gente angustiosa. Rembrandt, con el empleo de las luces y sombras, creó magníficas escenas religiosas y sirvió de guía para los artistas históricos de la Edad de Oro. Frans Hals y Jan Vermeer fueron los maestros contemporáneos de retratos y escenas de la vida cotidiana, dos temas revolucionarios que abundaron cuando remitió la influencia de la iglesia como patrón de las artes. Aunque Vincent van Gogh (1853-1890) pasó gran parte de su vida en Bélgica y Francia, los neerlandeses lo reclaman como propio. Sus primeras obras, entre ellas el arisco Los comedores de patatas, fueron pintadas en su tierra de origen, aunque sus últimos trabajos impresionistas evidencian una gran influencia de los artistas franceses. A partir de 1917 Piet Mondrian introdujo su movimiento cúbico De Stijl, mientras que este siglo ha acogido los asombrosos diseños de Maurits Escher.

El holandés o neerlandés es una lengua occidental germánica hablada por cerca de 25 millones de personas en todo el mundo. Aparte de ser el primer idioma de los Países Bajos, también se utiliza en la mitad norte de Bélgica y en un pequeño rincón al noroeste de Francia. La mayoría de neerlandeses se muestran muy dispuestos a hablar en inglés, idioma que dominan perfectamente.

Los neerlandeses elaboran deliciosos productos lácteos y dulces extraordinarios, aunque el principal plato tradicional de su gastronomía se caracteriza por ser sustancioso y pesado. Gracias a las importantes comunidades de Indonesia, China, Surinam, Turquía e Italia, existe una gran variedad de guisos picantes. No abunda la comida vegetariana, aunque en la mayoría de restaurantes se ofrece al menos un plato sin carne. La comida rápida tradicional consta de las frites (patatas fritas); si se solicitan frites met (patatas con), se servirán con mayonesa; esta combinación es muy apreciada por los autóctonos. Las kroketten (croquetas) y otros alimentos a base de carne picada se pueden adquirir en máquinas expendedoras. La bebida típica es la cerveza, fresca y coronada con mucha espuma. Las marcas cerveceras defienden esta forma de servir esta bebida ya que así se “captan las burbujas de sabor que, de otro modo, desaparecerían”. En los Países Bajos son muy apreciadas las cervezas belgas, de doble o triple destilación, por lo que resultan muy fuertes. La ginebra neerlandesa (genever) se suele beber inmediatamente después de una cerveza, y la combinación se conoce como un kopstoot (cabezón).

Todo aficionado al bongwater sabe que en los Países Bajos se puede comprar hachís en los comercios. Aunque la marihuana no es una droga oficialmente legal, se puede obtener hierba, hachís, porros, todos los instrumentos necesarios para fumar y las semillas en cafeterías autorizadas. Las setas alucinógenas también se adquieren con facilidad, pero no se consumen masivamente. De hecho, en el país sólo un 5% emplea este tipo de drogas, menos que en Francia, donde las normas al respecto son más estrictas, y no se consume jamás en la vía pública o en establecimientos no autorizados. También se pueden obtener drogas duras, pero es factible ser estafado si se compran en la calle; además, hay que tener en cuenta que las multas son tan severas como en otros países europeos.