Con anterioridad a la colonización española, el arte se reducía prácticamente a la producción de cerámica, artículos de piedra y metal, y piezas textiles. Los españoles introdujeron su concepción del urbanismo en ciudades con plano ortogonal. Construyeron mansiones, iglesias y monasterios en los que imitaban los estilos imperantes en la metrópoli, ya fuera el renacentista o el barroco temprano. Gradualmente, estas corrientes procedentes de Europa empezaron a mostrar influencias nativas, lo cual derivó en un estilo conocido como mestizo. Los mejores ejemplos se encuentran en las iglesias próximas a Puno y Arequipa. La pintura también imitaba la europea. A medida que los artistas locales ganaron confianza en sí mismos, surgió un nuevo estilo característico de Cuzco en el que los pintores desviaban su atención del mundo visible para concentrarse en las fábulas y los cuentos fantásticos. Resulta notable la influencia que dichas obras ejercieron sobre Paul Gauguin, cuya infancia transcurrió en Lima.
La música peruana es casi exclusivamente folclórica, pero en su literatura tiene cabida todo: desde la polémica inspirada en la independencia al individualismo anárquico de sus abundantes poetas, pasando por los sueños de juventud de Mario Vargas Llosa, autor de fama internacional.
La religión predominante es el catolicismo romano, aunque los indígenas mezclan dicha fe con sus creencias. El idioma más extendido es el español. No obstante, en el altiplano la mayoría de los nativos son bilingües, con el quechua como lengua materna. En el país se hablan otros 70 idiomas y en los rincones más remotos de la Amazonia, pocos dominan el español.
Los platos peruanos son sabrosos y varían según la región. Por lógica, el marisco suele ser mejor en la costa, mientras que la exquisitez inca, el conejillo de Indias asado, debe degustarse en el altiplano. Entre otros platos destacan el lomo saltado (lomo frito con cebollas), el cebiche de corvina (corvina marinada con limón, chile y cebollas y acompañada de patata o batata hervida), y la sopa criolla (un caldo picante, con pasta, buey, huevo, leche y verduras).