Uno de los mayores placeres de una visita a Reunión lo constituye su cultura francesa con sabor criollo, o su cultura criolla con sabor francés. Resulta muy interesante apreciar las diferencias entre la séga (danza tradicional) local y las versiones malgache, de Mauricio y Seychelles. En Reunión se han desarrollado más variaciones porque los esclavos adoptaron las danzas de los colonos blancos, en particular la quadrille, y las adaptaron a sus ritmos africanos. El baile de esclavos más tradicional de Reunión es la maloya, un ritmo más lento y reflexivo, similar al blues de Nueva Orleans. Los instrumentos para interpretar una melodía se presentan muy variados: desde los tradicionales de percusión artesanales, como el houleur, un tambor cubierto de piel, y el caiambe, parecido a una maraca, al acordeón y los modernos instrumentos orquestales.
En Reunión se combinan ritmos africanos como el reggae, la séga y la maloya con lo mejor de la música rock y folclórica francesa, británica y estadounidense. Respecto a los sonidos más actuales con sabor criollo, los habitantes de Reunión los dejan en manos de sus parientes tropicales en Martinica y Guadalupe. Un popular músico local, el rasta Michael Fock conocido como Ti-Fock, aporta variaciones por medio del sintetizador a los tradicionales ritmos de la maloya y la séga.
La fe católica domina el carácter religioso de la isla, como demuestran las ermitas presentes a lo largo de todas las carreteras y caminos, cuevas y cimas de acantilados, así como los días y festividades dedicados al culto de santos. Saint-Denis está desierta los domingos, cuando la mitad de la población acude a la playa. Hindúes y musulmanes celebran los ritos de sus respectivas religiones libremente, y la mayoría de las poblaciones importantes poseen tanto una mezquita como un templo. Entre los ritos hindúes más practicados se cuentan el pandialé (o teemeedee), que implica caminar sobre brasas, y el cavadee, en el que los participantes se atraviesan las mejillas con agujas de plata. A lo largo de los años se ha producido un cierto sincretismo con la religión católica.
El francés es el idioma oficial, pero el criollo constituye la lengua más hablada. El criollo de Reunión puede resultar incluso difícil de entender para la mayoría de los franceses. Una misma palabra puede poseer un significado completamente distinto en ambas variantes.
Como en la Francia continental, en Reunión se dedica mucho tiempo y esfuerzo al cultivo, la preparación y el disfrute de los alimentos. Los isleños pueden elegir entre una gran variedad de tradiciones culinarias -francesa, india, china y criolla- y múltiples recetas contienen elementos de diversas gastronomías. Los graines, que pueden consistir en judías rojas o blancas, lentejas o guisantes, aparecen con regularidad en los platos criollos, servidos invariablemente como acompañamiento del rougail (un chutney picante de tomate y verduras) y del brédes, una verdura similar a la espinaca. Para sazonar la comida suele haber una fuente de piments (chiles). ¡Ojo! Basta con una pizca…