Los vecinos de este país, Francia, Alemania y el Reino Unido (al otro lado del mar del Norte) pronto se fijaron en Bélgica como un bonito lugar para matarse unos a otros. Conquistados por las tribus germánicas, cristianizados en el siglo VII y divididos durante el imperio franco en 1100, gran parte del país vivió una era dorada de prosperidad y florecimiento de las artes bajo el duque francés de Borgoña durante el siglo XIV. Durante este periodo se produjo el auge de las ciudades flamencas de Ypres, Brujas y Gante, dedicadas principalmente a la industria textil. Con la muerte de Brujas debido a la competencia de los británicos y al cierre del río, Amberes se convirtió en el primer puerto europeo.
La edad de oro empezó a entrar en declive a mediados del siglo XV, cuando los Países Bajos fueron heredados por España, y comenzó una larga batalla contra el dominio español. Felipe II envió a la Inquisición para que se respetara el catolicismo. Miles de personas fueron encarceladas y ejecutadas antes de que la guerra estallara en 1568.
La Revuelta de los Países Bajos duró 80 años y cuando terminó Holanda y las provincias aliadas echaron a los españoles. Bélgica y Luxemburgo permanecían bajo domino español. La derrota de Napoleón en la batalla de Waterloo condujo a la creación, en 1814, del Reino Unido de los Países Bajos, que incluían a Bélgica y Luxemburgo en territorio de los Países Bajos. Sin embargo, los belgas católicos se rebelaron y consiguieron la independencia en 1830.
A pesar de la posición neutral de Bélgica, los alemanes la invadieron en 1914. En 1940 el país fue nuevamente atacado por los alemanes, que se hacían con el territorio en tres semanas. La cuestionada rápida capitulación del monarca Leopoldo III condujo a que abdicara a favor de su hijo, el rey Balduino, cuyo popular reinado terminó a su muerte en 1993. Al no tener descendencia, lo sucedió en el trono su hermano Alberto II.
La Bélgica de la posguerra se caracterizó por un crecimiento económico que más tarde se potenció al ser designado sede de la Unión Europea (UE) y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Bélgica es hoy un país que alberga un ejército de diplomáticos, con los que ha llegado una oleada de internacionalismo. Si bien la capital se dedica a trabajar para el resto de Europa, el resto de Belgas permanecen despreocupados -el verdadero espíritu de los belgas seguirá emanando de sus gentes y de su pasado.
En 1999 el príncipe heredero Felipe se casó con una logopeda del habla con raíces tanto balonas como flamencas.
En 1996, el gobierno belga fue acusado de incompetencia por la investigación sobre un caso de pedofilia. Esto llevó a 300.000 belgas a protestar en las calles de Bruselas. En 2004, Marc Dutroux fue sentenciado a cadena perpetua por la violación y asesinato de varias adolescentes.
En 2003 Bélgica acórdó restringir la ley de crímenes de guerra. Estos acuerdos se llevaron a cabo bajo la presión de EEUU. Entre los acusados se encuentraban George J. Bush padre y el ex-secretario de Estado Colin Powell.
Tras las elecciones generales de 2007 Yves Leterme, una de las opciones para convertirse en Primer Ministro belga, fue nombrado para iniciar conversaciones formales en la formación de un nuevo gobierno de coalición. Tras nueve meses de estancamiento político por las desavenencias de flamencos y valones, el 20 de marzo de 2008 Leterme fue designado como Primer Ministro de Bélgica. Renunció al cargo en diciembre de 2008, quedando el gobierno en manos de Herman Van Rompuy. Tras la designación de este último como presidente del Consejo Europeo, Leterme retomó el cargo de Primer ministro belga.