La isla de Reunión posee una historia muy similar a la de Mauricio, y fue visitada, aunque no ocupada, por los primeros navegantes malayos, árabes y europeos. El archipiélago, formado por Mauricio, Rodrigues y Reunión, fue bautizado por el portugués Pedro de Mascarenhas como islas Mascareñas, tras la llegada de los primeros europeos en 1513. En 1642, los franceses ocuparon la isla cuando la Compañía francesa de las Indias orientales envió la embarcación Saint-Louis, y el rey galo denominó a Reunión isla Bourbon.
El escaso interés en poblar y desarrollar el territorio permitió que, aproximadamente entre 1685 y 1715, isla Bourbon obtuviera sus principales ingresos de la piratería. La introducción del café, que entre 1715 y 1730 se convirtió en la principal cosecha, cambió por completo la economía. Los franceses utilizaron esclavos africanos para las labores intensivas necesarias en este cultivo. Durante este período se dispusieron también plantaciones de cereales, especias y algodón.
Al igual que Mauricio, Reunión creció bajo la guía del notable Mahé de La Bourdonnais, que sirvió como gobernador entre 1735 y 1746, a pesar de tratar a Mauricio como favorita y dejar a Reunión en un segundo plano.
Como resultado de una gestión deficiente y de la rivalidad entre Francia y Gran Bretaña durante el siglo XVIII, así como de la quiebra de la Compañía francesa de las Indias orientales, el gobierno de la isla pasó directamente a la Corona francesa en 1764 y, tras la Revolución Francesa, cayó bajo la jurisdicción de la Asamblea Colonial. A finales del siglo XVIII se produjeron diversas rebeliones de esclavos, y todos los que consiguieron escapar se ocultaron en el interior de la isla, donde se organizaron en pueblos con jefes democráticamente elegidos y desde donde lucharon para mantener su independencia de las autoridades coloniales.
Las plantaciones de café fueron destruidas por ciclones a principios del siglo XIX y, en 1810, durante las guerras napoleónicas, la isla pasó a manos británicas. Cinco años más tarde, mediante el Tratado de París, el botín fue devuelto a los franceses, pero los británicos retuvieron el control sobre Rodrigues, Mauricio y las islas Seychelles. Durante el dominio británico se introdujo en Reunión el cultivo de la caña de azúcar, que pronto se convirtió en su principal cosecha. Como resultado, muchos pequeños agricultores perdieron sus tierras, al verse obligados a venderlas a quienes disponían del capital necesario para el nuevo monocultivo. Los agricultores desplazados emigraron al interior en busca de nuevos terrenos donde retomar sus actividades agrícolas. Fue entonces cuando los hermanos Desbassyns se convirtieron en los principales magnates del azúcar en la isla. La industria de la vainilla, introducida en 1819, obtuvo igualmente un rápido desarrollo.
La época dorada del comercio en Reunión finalizó en 1870, cuando la competencia cubana y de la industria europea del azúcar de remolacha, unida a la apertura del canal de Suez, produjeron un declive económico. Las exportaciones disminuyeron, la industria azucarera entró en crisis, y la tierra y el capital se concentraron aún más en manos de una elite francesa.
La isla aún se encuentra bajo la jurisdicción del gobierno francés. Se han producido movimientos independentistas ocasionales que, a diferencia de los acontecidos en los territorios franceses del Pacífico, nunca han alcanzado excesiva relevancia. Incluso el Partido Comunista de la isla pretende la autonomía, no la independencia, y hasta fechas recientes, Reunión parecía satisfecha de ser completamente francesa.
Sin embargo, en febrero de 1991, unas protestas contra la administración costaron diez vidas en Saint-Denis, y una reaccionaria visita del primer ministro francés Michel Rocard provocó los abucheos de la población. En 1993 la situación parecía haberse calmado, pero todavía quedaban rescoldos de descontento.
Como departamento francés, Reunión padece algunos de los males que afectan a la metrópoli: la tasa de desempleo es altísima, especialmente entre los jóvenes (el 39% de la población tiene menos de 20 años). Diversos escándalos financieros y políticos han sacudido la isla en los últimos años.
Recientemente, la isla ha intentado estrechar sus lazos con África y, en 2004, entró a formar parte del Mercado Común de África Oriental y del Sur (COMESA).