Situada entre Francia y España bajo la protección de los Pirineos, Andorra ofrece las condiciones óptimas para practicar deportes de invierno, así como unos impresionantes paisajes montañosos y un patrimonio cultural heredero de su pasado románico. En la época más cálida, su geografía atrae a los excursionistas y a quienes necesitan escapar del ruido y las tensiones de las urbes. Sus ciudades se tornan tentadoras al reflejar en sus escaparates los buenos precios de todos sus productos en relación con sus países vecinos.