Cuando se habla de Argentina, inevitablemente aparecen en la imaginación los gauchos y el tango, pero lo que realmente cautiva a muchos viajeros son sus bellezas naturales. La variedad de sus paisajes cubre desde los desiertos más septentrionales a la cordillera de los Andes en el sur; desde las cataratas de Iguazú a la desolada Patagonia. Y, por encima de todo, se alza Buenos Aires, la capital, una magnífica ciudad que puede sorprender tanto por su elegancia como por su cultura neo-europea.
De hecho, la característica más reveladora del elevado número de población inmigrante es comprobar cómo los rasgos de la cultura europea se han mantenido intactos durante su adaptación al denominado Nuevo Mundo. Por ello, Argentina es un país latinoamericano en el que los europeos, norteamericanos y anglófonos se sienten a gusto y pasan prácticamente inadvertidos.