Envueltos en un paisaje tan agreste e indómito como bello, además de vivir bajo unas condiciones climáticas habitualmente adversas, los escoceses exteriorizan un inherente carácter animado y una identidad nacional muy sólida, además de ser conocidos en el mundo entero por su tozudez y lealtad. Han sobrevivido a invasiones y a cruentos inviernos; y siempre junto a Inglaterra, muchas veces a su pesar. Escocia ha sabido conservar sus bosques y vías fluviales. Sus corderos, terneros, venados, truchas y salmones son muy apreciados, y en sus tierras abundan las aves de caza tales como el lagópedo escocés y el faisán. Cabe destacar que en Escocia se produce uno de los mejores whiskys del mundo.