Conoce todo sobre Madagascar

El viajero no tiene por qué omitir por completo la imagen de isla tropical, pero este país ofrece mucho más que echarse en la arena de una playa y adentrarse en sus aguas transparentes para disfrutar de los arrecifes de coral. Los bosques de Madagascar conforman una masa vibrante de infinitas ramas, hojas goteantes y bestias saltarinas y extrañas recién salidas de la caja de sorpresas de la madre naturaleza. Lémures, camaleones, vincapervincas, baobabs, aloes, salamanquesas, sifakas y árboles pulpo. Separados del continente africano desde hace millones de años, sus frondosas arboledas constituyen el mayor gozo de un naturalista: han conservado singularidades y desarrollado peculiaridades que no pueden encontrarse en ningún otro lugar, y se pueden contemplar en una espectacular colección de parques nacionales accesibles.

Pero la gestión del socialismo malgache no ha conseguido aliviar las dificultades del territorio: parte de la población sufre de periódica malnutrición debido a las malas cosechas y fórmulas económicas inadecuadas, tanto nacionales como extranjeras. Con su paulatino poblamiento, las zonas boscosas se han visto reducidas a un menguado 15% de su extensión inicial, innumerables especies se hallan al borde de la extinción y el mantillo va desembocando al océano Índico a la velocidad del rayo. El paisaje alterna sobrecogedores bosques impolutos con una destrucción humana demoledora, en una escala apenas posible en otros territorios. Hay que verlo para creerlo.