Conoce todo sobre Nueva Caledonia

Clanes y café con leche, esclavitud y arrecifes, matanzas melanesias y platos del día. Nueva Caledonia es un buen ejemplo del dicho “el pan que da de comer a unos procede del sudor y la sangre de otros”. Francia permanece aferrada a esta parte del mundo, y ha enviado a sus marines en diversas ocasiones para mantener a la población a raya.

Los habitantes de Nueva Caledonia -caldoches, metros y canacos- miran apresuradamente hacia el futuro, quizá sin optimismo, pero sí con el firme propósito de poner fin a la absurda espiral de violencia que se desencadenó en la década de 1980. El archipiélago ofrece amplias opciones al viajero, desde bucear en arrecifes inmaculados a cenar en restaurantes de cocina francesa, desde practicar senderismo por la selva a salir de marcha al Club Med, en Hienghène. Si se mantiene el respeto hacia las costumbres locales, la mente bien abierta y el sentido del humor, el viaje a Nueva Caledonia se convertirá en una experiencia inolvidable.