Moneda
rupia india
Comidas
· Presupuesto bajo: 45 rupias
· Presupuesto medio: entre 45 y 120 rupias
· Presupuesto alto: a partir de 120 rupias
Alojamiento
· Presupuesto bajo: entre 140 y 460 rupias
· Presupuesto medio: entre 460 y 4600 rupias
· Presupuesto alto: a partir de 4600 rupias
Si el visitante se aloja en los hoteles más baratos, viaja siempre en vagones de ferrocarril de segunda clase y aprende a subsistir con dhal y arroz, puede visitar la India por tan sólo 10 dólares diarios. Si prefiere mayores comodidades, como por ejemplo una sencilla habitación individual con cuarto de baño, una dieta variada y algún viaje en tren de primera clase para los trayectos más largos, deberá calcular unos costes de alrededor de 20-25 dólares diarios. Alojarse en un hotel de categoría media, comer en restaurantes decentes y alquilar de vez en cuando un coche con chófer cuesta unos 30-35 dólares al día. Si no se pretende pasar a la categoría de hoteles de cinco estrellas o a los antiguos palacios de maharajás convertidos en alojamientos turísticos, el presupuesto puede ser similar al necesario para viajar confortablemente en cualquier país occidental.
No está permitido entrar moneda india en el país, o llevársela consigo al marchar. La rupia es plenamente convertible, por lo que no puede hablarse de un verdadero mercado negro, aunque los extranjeros se vean constantemente asediados por las ofertas de cambio de dinero. En las ciudades es posible cambiar casi todas las monedas extranjeras y todo tipo de cheques de viaje. Pero, para ampliar las opciones y evitarse problemas, es mejor limitarse a viajar con dólares o libras esterlinas, y cheques de viaje de Thomas Cook o American Express. De hecho, es aconsejable ir provistos de dos tipos de cheques y en distinta moneda, ya que algunas sucursales bancarias pueden tener ciertas manías como, por ejemplo, negarse a cambiar cierto tipo de cheque de viaje en libras esterlinas, o cierto otro tipo en dólares.
Se debe poseer la paciencia de un santo y la habilidad administrativa de un contable para cambiar dinero en el banco, sobre todo en las ciudades más pequeñas. El secreto consiste en hacerlo en grandes cantidades y con tan poca frecuencia como sea posible, y preferiblemente en las principales entidades de las grandes urbes. En teoría, los bancos o las oficinas de cambio oficiales entregan un comprobante de la transacción. Es necesario exigirlo, pues algunos hoteles insisten en que el cliente les muestre dicho papel antes de aceptar el pago de la cuenta en rupias.
En las ciudades y pueblos más grandes se suelen admitir las tarjetas de crédito, especialmente American Express, Diners Club, MasterCard y Visa. También pueden servir para los reembolsos en rupias; el Bank of Baroda es el más eficaz para dichas transacciones.
Los billetes de banco indios circulan durante mucho más tiempo que en los países occidentales y, especialmente los más pequeños, pueden estar muy estropeados. Algunos de ellos incluso deberían llevar impresa una advertencia del ministerio de Sanidad. En ocasiones, cuando el viajero intenta pagar con un billete muy deteriorado, puede encontrarse con la negativa a aceptarlo. Se debe saber, no obstante, que pueden cambiarse por nuevos en la mayoría de bancos, aunque también pueden guardarse para las propinas. De todas maneras, si un tendero, por ejemplo, nos intenta devolver el cambio con uno muy viejo, es mejor rechazarlo.
Las propinas son prácticamente desconocidas en la India, excepto en los establecimientos más lujosos de las grandes ciudades. Pero el bakshish, un término que abarca la propina y mucho más, es, por otra parte, una práctica muy extendida. Las propinas no se dan para agradecer un buen servicio, sino para conseguirlo. La práctica sensata del bakshish abrirá puertas cerradas, encontrará cartas perdidas y realizará otros milagros menores. En los hoteles y restaurantes turísticos, la cuenta se ve aumentada a menudo con un 10 por ciento en concepto de servicio. En establecimientos más pequeños, donde la propina es opcional, bastará con entregar unas cuantas rupias, sin ceñirse a un porcentaje de la cuenta.