La mayoría de rutas de senderismo más populares se inician cerca de La Paz, atraviesan la Cordillera Real por antiguos caminos incas y acaban en las Yungas. La ruta de tres días de La Cumbre a Coroico, al noreste de La Paz, es la más apreciada de Bolivia. Otros recorridos populares incluyen la ruta de Taquesi, de dos días, también conocida como la Senda Inca, que cruza un puerto de baja altitud de la Cordillera Real, entre Ventilla y Chulumani; la de Yunga Cruz, menos conocida, entre el pueblo de Chuñavi y Chulumani, que atraviesa una ladera del impresionante Illimani; y el Camino de Oro, de seis días, que se extiende desde Sorata hasta los campos auríferos del Río Tipuani. La caminata menos agotadora hasta las Cuevas de Hielo del valle Zongo, cerca de La Paz, es una alternativa interesante para los senderistas que sufran de calambres o necesiten adaptarse gradualmente a las altas altitudes. La Cordillera Real también ofrece buenas oportunidades para practicar la escalada; destacan el monte Illimani, de 6.088 m, Huayna Potosí, de 5.648 m, Condoriri y el monte Ancohuma, de 6.427 m de altitud. Los amantes del esquí podrán practicar este deporte en las pistas más altas del mundo, en un glaciar del Chacaltaya, cerca de La Paz, o en las vecinas localidades de Condoriri y Mururata, con infraestructuras menos desarrolladas.
Una vez agotadas las posibilidades de la montaña, pueden organizarse excursiones por la selva de la cuenca amazónica en Rurrenabaque, El Porvenir (en la Reserva de la Biosfera del Beni), Perseverancia (en la Perseverancia y Reserva de Vida Salvaje Ríos Blanco y Negro) y en el remoto pero inmaculado Parque Nacional Noel Kempff Mercado, en el extremo septentrional de la provincia de Santa Cruz. Las embarcaciones fluviales que navegan por el Río Mamoré desde Trinidad se adentran en el corazón de la zona más salvaje de Bolivia, ofreciendo a los viajeros la oportunidad de experimentar el legendario misterio y la soledad del Amazonas.