La bicicleta es el símbolo oficioso de China; con más de 300 millones en circulación, no habrá problema para alquilar desde un antiguo y desvencijado modelo local hasta una bicicleta de montaña con velocidades. Incluso en las ciudades que no reciben la visita de muchos turistas existen tiendas de alquiler para los propios chinos de paso por la ciudad. Las rutas ciclistas cuentan con gran aceptación en el país; por ello, muchas agencias de viaje, tanto chinas como occidentales, ofrecen entre sus programas excursiones con diversos circuitos. Acampar a lo largo de la ruta ciclista es también una opción, siempre que se encuentre un hueco libre.
Si no fuera por la cantidad de permisos exigidos, habría una gran avalancha de visitas al país para practicar el alpinismo, el descenso de rápidos, el ala delta y otros deportes de aventura. En vez de eso, lo más probable es encontrar montañas desiertas. Al menos los senderistas pueden ir por el país sin necesidad de permisos, ya que no requieren de mucho equipo. Las posibilidades de realizar senderismo para personas más preparadas físicamente se limitan a los senderos acotados con barandillas, con escalones y plagados de puestos ambulantes y de restaurantes. La solución es ir por debajo de la superficie y hacer divertidas excursiones a cuevas, en especial en las provincias del suroeste del país, aunque para ello haya que empaparse y ensuciarse.
En Mongolia central y en los desiertos que rodean Dunhuang (provincia de Gansu), los paseos en camellos son usuales. Dedicar el día a montar a caballo por las colinas de Xinjiang y por la zona oeste de Pekín puede ser también una actividad interesante. El invierno brinda la opción de practicar patinaje sobre hielo en la zona de lagos de Pekín, además del esquí (descenso y esquí de fondo) en las provincias del noroeste del país. A los occidentales con un número de pie grande se les recomienda llevar sus propias botas de esquí.
Otra actividad más relajada es la del taichi, una popular forma de ejercicio de movimientos lentos que se practica en casi todos los parques del país a primera hora de la mañana y en la que los principiantes siempre son bienvenidos. Para ejercitar el cerebro, se recomienda alguno de los cursos que organizan la mayoría de las universidades para estudiantes extranjeros; entre sus asignaturas ofrecen lengua china, medicina china, acupuntura, pintura con pincel y música.