Las largas y abruptas islas de la montañosa costa croata son un paraíso para pasear en yate. El litoral está formado por numerosos canales profundos, puertos pintorescos y está azotado por vientos constantes. También es un lugar estupendo para practicar el piragüismo, sobre todo alrededor de las islas Elafiti y Kornati. La industria croata del submarinismo acaba de nacer, y ya empiezan a aparecer los primeros comercios especializados en ciudades como Hvar y en la isla de Rab; pero, si uno dispone de equipo propio, el país ofrece aguas cristalinas y muchísimos animales marinos que contemplar. Para marineros de agua dulce, los parques naturales de Risnjak y Paklenica albergan excelentes rutas de excursionismo.