El número de senderistas que visitan el Himalaya indio es relativamente reducido, comparado con los que trepan por los senderos del Nepal, de manera que, para explorar en paz la cordillera más grande del mundo, es mejor practicar el senderismo en Himachal Pradesh o Uttar Pradesh. La temporada se extiende más o menos de abril a noviembre, pero está sujeta a grandes variaciones, y algunos caminos sólo están abiertos un par de meses al año. Los principales centros de senderismo de la India son Lahaul, Spiti y los valles de Kulu y de Kangra, en Himachal Pradesh; al norte de Rishikesh, en la parte septentrional de Uttar Pradesh; Darjeeling, en Bengala Occidental; Yuksam en Sikkim, y Leh en Ladakh.
La temporada de esquí transcurre de enero a marzo, y existen algunas estaciones en Narkanda, en el estado de Himachal Pradesh, y en Auli, en Uttar Pradesh. Las instalaciones son bastante rudimentarias, pero con ello la experiencia resulta aún más divertida. Normalmente, habrá algún arrastre en funcionamiento y un lugar donde alquilar el equipo. El après-ski consiste en comer chapatis y tomar una buena taza de té de jengibre.
La India no es especialmente famosa por sus playas, aunque hay algunos centros playeros aceptables en Goa, justo al otro lado de la frontera de Karnataka en Gokarna, y en Kovalam (Kerala). También hay buenas playas en Diu y en Puri, Orissa. Las islas Andaman y Nicobar, en la bahía de Bengala, cuentan asimismo con excelentes playas, y ofrecen la única posibilidad de practicar el submarinismo y el buceo en todo el país.
En los desiertos de alrededor de Jaisalmer y Pushkar, en el Rajastán, pueden organizarse excursiones a camello, con una duración de entre unas horas y varios días. El mejor momento del año se da entre octubre y febrero. Si el viaje en camello ha dejado al visitante sediento y magullado, siempre puede recurrir al descenso por las aguas rápidas del Indo, que se organiza en Leh.