El variado paisaje de Israel lo convierte en un enclave idóneo para el senderismo, independientemente de la forma física de quien lo practique. Los lugares más adecuados para practicarlo incluyen el cráter de Mizpe Ramon en el Néguev, Wadi Qelt en Cisjordania y varias pistas en el Golán. La Sociedad para la Protección de la Naturaleza de Israel (SPNI) facilita información sobre senderismo. Si se prefiere ir a caballo, existen numerosos centros de equitación en las zonas de Galilea, el Golán y Tel-Aviv-Jaffa. Para nadar, deben visitarse las playas de Tel-Aviv y Elat (si se puede resistir un ambiente propio de los complejos turísticos), que también resultan indicadas para el windsurf, la vela, el esquí acuático y el buceo. Si se desea disfrutar de una experiencia extraordinaria, debe visite Cesarea, donde se podrá bucear entre las ruinas de la ciudad de Herodes.