A excepción de los ajetreados días entre Navidad y Año Nuevo, Mauricio carece de temporada alta o baja. En lo más crudo del invierno, entre julio y septiembre, las temperaturas diurnas pasan de ser pegajosamente calurosas a gratas. La disminución en la pluviosidad y la humedad favorece a esta época, convirtiéndola en una de las más indicadas para una visita. Desde el punto de vista estrictamente climático, la estación menos agradable se extiende de enero a abril, cuando los días pueden resultar calurosos y húmedos en exceso para algunos, y existe la amenaza de los ciclones. Los visitantes deben estar preparados para pasar varios días sin salir cuando acaecen lluvias torrenciales. El momento idóneo para el submarinismo se desarrolla entre diciembre y marzo, cuando el mar aparece más transparente; de junio a agosto se prolonga la época ideal para el surf; y los meses de octubre a abril resultan los más adecuados para la pesca de peces grandes, pues los depredadores de mayor tamaño se alimentan más cerca de la costa.