Se puede viajar a Micronesia en cualquier temporada, pues la temperatura ronda los placenteros 27ºC durante todo el año; de manera que no hay que preocuparse por el clima. Aunque la humedad sea más intensa entre abril y noviembre, se tiene el consuelo de no estar nunca demasiado lejos de un refrescante chapuzón en la playa. El país está fuera de los circuitos turísticos, así que no hay distinción entre temporada alta y baja y los visitantes escasean durante todo el año.