La temporada de mayor afluencia turística engloba los meses de junio a agosto, coincidiendo con la estación seca en el altiplano, la mejor época para realizar excursiones. Durante los meses más húmedos (de enero a abril), el senderismo puede convertirse en una tarea engorrosa a causa del lodo. El grueso de las fiestas se celebran en la estación húmeda y las fuertes lluvias no consiguen deslucirlas en lo más mínimo.
Los peruanos acuden a la playa durante los meses más soleados, de finales de diciembre a marzo, pese a no haber muchas realmente atractivas. El resto del año, la costa presenta un manto de neblina. En las selvas orientales, las precipitaciones son copiosas. Los meses más húmedos son los que se extienden de diciembre a abril, aunque raras veces la lluvia se prolonga más de unas horas y, por lo tanto, aún es posible disfrutar del sol.