Kuala Lumpur
En ciento treinta años, Kuala Lumpur ha pasado de ser un lugar carente de interés a convertirse en una urbe moderna y bulliciosa de más de un millón de habitantes. Aunque en una primera impresión pueda parecer que KL (como la denominan los lugareños) es una más entre las nuevas metrópolis asiáticas de rascacielos flamantes, pervive su carácter peculiar y el colorido autóctono que ha sido tan eficazmente borrado en otras ciudades en auge de Asia, como Singapur. KL conserva numerosos edificios coloniales en el centro, un vibrante barrio chino con vendedores ambulantes y mercados nocturnos, así como un distrito indio repleto de vida.
Cuando en Kuala Lumpur se construye alguna obra, se ejecuta a lo grande. Los rascacielos gemelos Petrona Towers -los edificios más elevados del mundo- dominan el horizonte, y en la plaza Merdeka se alza un asta de bandera de 95 m de altura. A pesar de la crisis económica, Kuala Lumpur mantiene un desarrollo a gran escala, del que son muestra las obras que se están realizando para crear una nueva ciudad de 8.000 millones de dólares en el extremo sur de la capital, así como un gran corredor multimedia de alta tecnología adyacente. Previamente a las repercusiones de la crisis económica asiática en 1997, se había planificado construir también el edificio más largo del mundo.
En el barrio chino y en Jalan Pudu Lama es factible hallar hoteles y albergues económicos. Los establecimientos hoteleros de precio medio se concentran también en el mismo distrito y en Jalan Bukit Bintang. El mercado nocturno del barrio chino se ha convertido en una de las zonas más recomendables para ir a cenar.
Malacca
Malacca presenta una interesante mezcla de influencias chinas, portuguesas, holandesas y británicas, y está considerada la ciudad malasia con más historia. Malacca, en el pasado el puerto comercial más importante de la región, se ha convertido en un rincón olvidado. Juncos de aspecto decrépito navegan aún por el río, otorgando a la zona portuaria el encanto de los paisajes en los que el tiempo se ha detenido, y la ciudad mantiene sus misteriosas calles chinas, establecimientos de antigüedades, templos y edificios que evocan con nostalgia los poderes coloniales europeos del pasado.
La reliquia más imponente del período holandés es el enorme Ayuntamiento rosado, Stadthuys, construido entre 1641 y 1660. Se cree que es el edificio holandés más antiguo de Asia y muestra todas las características propias de la arquitectura colonial holandesa (puertas increíblemente pesadas y agradables ventanas con celosías). La edificación alberga oficinas del gobierno y un excelente Museo Etnográfico, que resalta aspectos de la cultura y la historia locales. Las majestuosas ruinas de la iglesia de San Pablo, construida por los portugueses hace más de cuatrocientos años, se hallan en un hermoso enclave sobre la colina de San Pablo. San Francisco Javier, que visitaba con frecuencia este santuario, fue enterrado allí poco tiempo antes de que sus restos fueran trasladados a Goa, en India. La iglesia cayó en desuso cuando arribaron los holandeses, aunque sigue rodeada de antiguas lápidas holandesas. Los británicos utilizaron la iglesia como depósito de pólvora.
Quienes prefieran la arquitectura religiosa más colorida pueden visitar el templo Cheng Hoon Teng, en el casco antiguo. Construido en 1646, es el templo chino más antiguo de Malasia, y tanto los materiales que se utilizaron como los artesanos que participaron en su construcción procedían de China. El centro histórico de Malacca supone un lugar fascinante para pasear, y en él se encuentran muchos de los conocidos anticuarios de la ciudad; un recorrido por la calle Jalan Hang Jebat permitirá descubrir los mejores.
Georgetown – Isla Penang
La isla de Penang, de 285 km² frente a la costa noroeste de Malasia peninsular, es el asentamiento británico más antiguo de Malasia y uno de sus principales centros turísticos. Muchos consideran sus playas como su principal atractivo, pero lo que hace de Penang un enclave único es la vibrante y misteriosa ciudad de Georgetown (400.000 hab.), situada en la costa noreste de la isla. Esta urbe desprende aún más esencia china que Singapur o Hong Kong, y en sus barrios más antiguos parece que el tiempo se haya detenido como mínimo unos cincuenta años. Georgetown aparece como una metrópoli compacta, y resulta una delicia pasear por sus calles. Se puede empezar a caminar en cualquier dirección y, con toda seguridad, se divisarán hermosas y antiguas casas chinas, mercados de verduras, ceremonias en los templos, trishaws, juegos de mahjong y todos los elementos que conforman la vida callejera asiática.
En el centro de Georgetown todavía pueden observarse las desgastadas paredes del fuerte Cornwallis, donde en 1786 desembarcó el primer británico, el capitán Light, en lo que entonces no era más que una isla deshabitada. Light estableció un puerto libre, y finalizó la construcción del fuerte de piedra unas décadas más tarde. En la actualidad, el interior de la fortaleza está formado por un parque repleto de cañones, muchos de ellos confiscados a piratas locales. Seri Rambai, el de mayor tamaño e importancia, cuenta con una accidentada historia que se remonta al año 1600. Este cañón es célebre por sus poderes de fecundación ; a las mujeres que no consiguen tener hijos se les aconseja que introduzcan flores en el tubo del más grande y que le ofrezcan oraciones especiales.
En Penang existen numerosos kongsis (casas de clanes, que funcionan como templo y centro de reunión de los chinos del mismo clan o con el mismo apellido), pero Khoo Kongsi resulta el más espectacular. El edificio original, extremadamente lujoso y elaborado, se incendió la misma noche en que se había finalizado. Esta calamidad se interpretó como señal de una excesiva suntuosidad, de modo que se construyó una estructura menos lujosa. En la actualidad, al observar esta edificación, con su impresionante mezcla de dragones, estatuas, pinturas, lámparas, azulejos de colores y tallas, uno se pregunta qué nivel de opulencia habría alcanzado el original.
El templo Kuan Yin Teng, en el mismo centro histórico de Georgetown, resulta menos imponente, pero es uno de los más admirados de la urbe; con frecuencia puede verse a creyentes quemando billetes en las hornillas, y asistir a espectáculos nocturnos de marionetas o a representaciones de teatro chino. Para disfrutar de la mejor vista de la ciudad y de la isla, es imprescindible encaramarse al funicular que se dirige a Penang Hill, que se eleva 830 m por encima de Georgetown y proporciona un fresco alivio al bochorno de la zona inferior. En la cima se descubren agradables jardines, un hotel, un templo hindú y una mezquita. La panorámica se muestra particularmente hermosa al atardecer, cuando Georgetown, abajo a lo lejos, comienza a iluminarse.
La mayoría de los hoteles económicos más conocidos de Georgetown se hallan en Lebuh Chulia. En Jalan Penang abundan opciones más caras. Existen numerosos restaurantes chinos e indios, pero merece la pena aventurarse a probar los suculentos platos locales que expenden en los puestos callejeros que aparecen por la noche en la explanada detrás de la biblioteca de Penang.
Cameron Highlands
Cameron Highlands, en el centro de Malasia peninsular, comprende una serie de poblaciones montañosas a altitudes entre los 1.500 y los 1.800 m. Esta fértil zona se ha convertido en el centro de la industria del té de Malasia, donde locales y extranjeros acuden huyendo del calor de los llanos. Entre sus atractivos destacan los paseos por la selva, cascadas, visitas guiadas a plantaciones de té, bellos jardines y abundantes flores silvestres. El frescor del clima tienta a los visitantes a jugar al golf, al tenis, y realizar largas caminatas. Pero Cameron Highlands es, en realidad, la capital malasia del descanso para aquellos que no disfrutan de la playa y prefieren retozarse en la nostalgia colonial. La mayoría de los hoteles económicos se ubican en el pueblo de Tanah Rata. Los más caros están repartidos entre Tanah Rata y Brinchang.
Isla Tioman
Esta isla de paisajes idílicos, situada en el mar de la China Meridional, frente a la costa oriental de Malasia peninsular, posee bellísimas playas de aguas transparentes, repletas de corales y una vida marina multicolor; tierras altas cubiertas de jungla y prácticamente despobladas; riachuelos cristalinos y los impresionantes picos de Batu Sirau y Nenek Semukut. En Tioman existen enclaves con nombres de gran exotismo, como Palm-Frond Hill (colina de la hoja de palma) y Village of Doubt (pueblo de la duda), y esta isla suele ser mencionada como escenario del mítico Bali Hai de la película Pacífico Sur. La población de Tioman escasea, y el número de visitantes suele superar al de lugareños. La temporada alta del turismo abarca los meses de junio a agosto, pero durante la época de monzones, entre noviembre y enero, la isla queda prácticamente desierta.
La costa occidental de la isla está salpicada de pueblos y alberga un establecimiento hotelero de primera categoría. Pulau Tioman es el destino turístico más popular; Kampung Nipah representa el enclave idóneo para desconectar de todo. A Tioman se puede llegar en barco desde Mersing y Singapur. La población más extensa de la isla, Kampung Tekek, dispone de una pista de aterrizaje.